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“Un país pequeño debe focalizar”: Embajadora Uruguaya Rosario Portell.
Publication date: 21/06/2012
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China Files conversó con la Embajadora uruguaya Rosario Portell Casanova sobre los retos, las dificultades y los desafíos de las relaciones diplomáticas de Uruguay y China para los próximos diez años. Acá, la segunda de nuestra serie de entrevistas.
“Un país pequeño debe focalizar”, señala convencida Portell. Uruguay lo ha hecho bien: sus exportaciones a China han crecido de manera sostenida desde 2001 y Pekín se convirtió el año pasado en el segundo comprador de productos uruguayos, por detrás de Brasil.
Portell, psicóloga de formación y ex subdirectora de Asuntos Económicos Internacionales en la Cancillería uruguaya, remplazó en Beijing a Luis Almagro, quien se convertiría en Canciller del gobierno de José ‘Pepe’ Mujica.
Se cumplieron 23 años de relaciones bilaterales entre Uruguay y la República Popular China. ¿Hacia dónde está apuntando el gobierno uruguayo llevar las relaciones con este país en esta nueva década? ¿Qué pilares les gustaría fortalecer?
Uruguay y China son amigos desde hace muchísimos años y tenemos una complementariedad en muchos aspectos. En el área política hemos tenido un intercambio de alto nivel: los últimos presidentes de Uruguay –Jorge Batlle, Tabaré Vázquez y José Mujica- han visitado China y altas autoridades chinas, como el vicepresidente Xi Jinping, han visitado nuestro país. A su vez, en los organismos internacionales trabajamos de manera conjunta con gran diálogo.
También hemos hecho un trabajo muy grande en el área económica y comercial desde hace 23 años. Tradicionalmente hemos exportado materias primas como la lana, pero también otros productos con valor agregado. Queremos sumarle mayor valor a los productos que vendemos a China y generar exportaciones de servicios.
No hay países chicos ni grandes, sino países, y debemos buscar -por la mejor calidad de vida de nuestros ciudadanos- integrarnos cada vez más y tener un mayor intercambio en diferentes áreas.
Durante la visita a Uruguay en junio del vicepresidente chino Xi Jinping se anunciaron acuerdos de inversión en el sector bioquímico y automotriz. ¿Cómo ve usted el desarrollo de las inversiones chinas en Uruguay a futuro?
Hay tres empresas de automóviles chinas –Chery, Lifan y Effa- instaladas y produciendo en Uruguay y esto ha significado que las exportaciones e importaciones en este sector hayan crecido. Además de la industria automotriz, hay inversiones que se están procesando en la industria química y en el sector plástico.
Otro de nuestros objetivos a mediano y largo plazo es abrir las puertas para que nuestra industria farmacéutica, que es de primer nivel, pueda ingresar a China. Exportamos ya a Asia y el siguiente paso es analizar las posibilidades y las habilitaciones para exportar a China. Nuestra industria farmacéutica ha tenido un desarrollo muy interesante, fruto de que hace 30 años había muchas multinacionales del sector instaladas en Uruguay, que después de tiempos de crisis económica cerraron, pero dejaron el know how.
Durante la visita de Xi Jinping también se firmaron importantes contratos de compra de soja, lana, pasta de madera y harina de hueso. En cuanto a las relaciones comerciales, ¿qué cambios anticipa?
En el sector de bienes, el sector lácteo es uno de los que más se está expandiendo. El crecimiento de las exportaciones de leche a China ha sido exponencial, al igual que las de manteca.
El ingreso del vino es quizá la mayor novedad: Uruguay no es muy conocido todavía como productor de vino pero estamos exportando a varios países. El año pasado fue la primera exportación grande -para lo que son los términos de Uruguay- a China, fundamentalmente de nuestra cepa estrella, el Tannat.
Si uno lo mira en la balanza comercial no pesa mucho, pero es algo muy significativo porque no tenemos acuerdo de libre comercio con China, e igual somos competitivos. Nuestros colegas latinoamericanos pueden vender muy buen vino de menor valor. El nuestro es de altísimo valor y de muy buena calidad. Ahora ingresaron al país dos bodegas más y la primera -que comenzó a exportar en diciembre pasado- está concretando nuevos envíos. Y ya han ido empresarios chinos a conocer nuestra realidad vitivinícola.
Otra novedad son las prendas de cuero y de lana manufacturadas, que es un segmento muy pequeño y exclusivo para determinados lugares de China por las cantidades, pero le estamos apostando a la calidad de esos productos.
Hay productos uruguayos que en los últimos años han visto un crecimiento grande en sus exportaciones a China, como la carne ovina y el ganado lechero Holando. ¿Qué otros productos que hasta ahora no tienen un mayor comercio aquí cree usted podrían despegar?
Cuando el poder adquisitivo de la población sube, como está sucediendo en China, el consumo de productos de alta calidad también. Nuestros productos de alto valor agregado en el sector de alimentos tienen mucho potencial. Nuestra carne, por ejemplo, ha ingresado ya a China. De hecho, diversificar los mercados es la garantía de nuestro crecimiento y de la calidad de nuestros productos.
Otros sectores incipientes son la miel, que ya exportamos en grandes cantidades a la Unión Europea, y los productos terminados en el sector de cueros, que exportamos para los automóviles de alto nivel como la BMW. Estamos trabajando además en las habilitaciones para las menudencias y garras de pollo, y tenemos otros productos en verificaciones y análisis.
Usted mencionó que Uruguay quiere exportar servicios a China. ¿Cuáles servicios?
Uruguay es un país de servicios: es uno de los sectores que más se está desarrollando actualmente y uno en el que podemos cooperar mucho con China. Somos un hub para China y para la distribución de sus productos por la capacidad de nuestros puertos y de nuestras empresas de logística. No somos un gran mercado, pero somos una buena puerta de ingreso a nuestros países vecinos y a America Latina. Tenemos una ley que apoya a muchas empresas chinas para que puedan llevar sus productos a Uruguay y desde allí los distribuyan a la región, a través de diferentes modalidades como nuestras dos zonas francas.
Uruguay también es un importante productor de software, ya que exportamos a más de 46 países, incluyendo a toda América Latina. Para nosotros es muy grato que la mayoría de países latinoamericanos nuestro software bancario y de trazabilidad del ganado vacuno. El 100% de nuestros animales tiene su identificación, algo que ha contribuido a la calidad de nuestra carne y que demuestra la manera como se puede conjugar el sector de servicios con la producción en el área de bienes.
Otro sector que queremos impulsar aquí es el audiovisual, en el que Uruguay ha invertido mucho en los últimos 20 años. Para nosotros es un orgullo que hace poco uno de nuestros principales clientes chinos haya ido a nuestro país a filmar –a muy alto nivel- un documental que muestra de dónde salen los suéteres y la buena lana de China. En conjunto con una empresa uruguaya de publicidad filmaron durante 24 días, desde la oveja y el campo hasta el proceso de la lana. Estamos muy contentos porque el documental, que se va a presentar en marzo próximo en el Congreso Mundial de la Lana en Nueva York, es también un proyecto de cooperación conjunta en el sector de servicios.
Viajé ahora a Shaanxi, la provincia de la naranja en China, porque en nuestro departamento de Salto se cultiva mucha y queremos que los productores de ambos países se conozcan y contrasten información. Entre más se conozcan las personas, las empresas y los gobiernos van a haber más posibilidades. La vieja idea de que si eres competencia no es posible compartir ya no aplica. Por ejemplo, en este caso nos rige una estación diferente.
Con China hay que apostar a la complementariedad y al beneficio mutuo. Para un país como Uruguay hacerlo está dando buenos resultados. Que tenemos muchas más cosas por hacer y áreas por desarrollar, sin duda alguna.
¿Ve usted que la cooperación en otros ámbitos –ciencia, tecnología, turismo- pueden crecer al mismo nivel que los intercambios comerciales? ¿Y cómo lograrlo?
Sí, nosotros creemos que sí. Durante la visita del vicepresidente Xi Jinping a Uruguay en junio se firmó un acuerdo entre la Universidad de Pekín y el Centro Uruguayo de Imagenología Molecular para investigar en conjunto determinadas áreas científicas. Es un acuerdo muy importante para nosotros a que el nuestro es un centro de altísimo desarrollo establecido en cooperación con el Instituto Pasteur, dirigido por Henry Engler y el primero en América Latina con esa tecnología.
En el sector de investigación y desarrollo de lanas también intercambio permanente. La Universidad de la República participó hace poco en un congreso aquí sobre el manejo y secado de lanas. O en el médico: la semana pasada viajaron más de 35 especialistas chinos al Congreso Mundial de Perinatología que se realizó en Punta del Este.
Con respecto al tema turístico, se firmó en junio pasado un acuerdo bilateral para fomentar el turismo y lo estamos implementando. No es un tema fácil porque lleva su tiempo, pero para nosotros es muy importante que quienes viajen a la región también visiten Uruguay. Para lograrlo estamos trabajando con materiales traducidos al chino. Traer y acercar más la cultura uruguaya nos permite generar el interés y la curiosidad de que chinos nos visiten.
¿Cómo ve la cooperación entre China y Uruguay en educación?
Tenemos apenas 25 estudiantes en China, así que es un desafío para nuestro país que se animen más uruguayos a venir. Tenemos las puertas de China totalmente abiertas.
Por otra parte, nuestra idea como embajada es traer el Plan Ceibal a China. Para nosotros es un orgullo que todo niño uruguayo de las escuelas públicas tenga una computadora de One Laptop Per Child. Es muy bonito porque permite acortar la brecha entre los que tienen mayor capacidad económica y los que tienen menos, ya que es nuestra responsabilidad que todos los niños tengan las mismas oportunidades. Como gran parte de nuestro software está traducido al chino, estamos trabajando para acercarlo a China. Es un proyecto que va a llevar mucho tiempo, pero por suerte, porque eso quiere decir que es de largo alcance.
Ahora trajimos también un cortometraje uruguayo llamado Los Tatitos, que son unos muñequitos de dibujos animados en plastilina que tienen una campaña sobre el cuidado del agua para niños. Como el tema del agua no tiene fronteras y debemos aportar desde diferentes lugares, estamos traduciéndolo con niños al chino y esperamos poder llevarlo el próximo año a las escuelas en China.
¿Cómo va la promoción de la cultura uruguaya en China?
Cuando se organiza un proyecto cultural lo importante es tener continuidad, sin dejar de sumar otras áreas de trabajo. China es demasiado grande y tenemos muchos espacios, así que vamos a seguir trabajando por difundir nuestra cultura por todo su territorio.
Vamos a llevar la exposición fotográfica que se presentó en el Instituto Cervantes de Beijing a diferentes provincias del interior del país el próximo año. La idea era hacerla muy general, para mostrarles a Mario Benedetti, nuestro campo y nuestro fútbol. La muestra será la misma, pero los destinos y los públicos que la van a ver serán nuevos. En marzo pasado trajimos Viaje al mar de Guillermo Casanova al Festival de Cine de Beijing y fue la primera vez que venía uno de nuestros directores de cine. De igual manera, vamos a pasar las seis películas que presentamos ahora en el primer ciclo de cine uruguayo en universidades de diferentes provincias.
Los materiales en la cultura no se agotan en una muestra o un ciclo en un lugar, y menos en China. Hay una idea de que las cosas ya fueron presentadas, ¿pero en dónde? ¿En un sólo lugar de China? Si China tiene 1.300 millones de personas y nosotros logramos llevar una muestra a diez lugares en China, serán diez muestras diferentes vistas por diez públicos distintos. Entonces es la primera vez que se presenta, porque nunca había llegado allí.
Creo que es un concepto que en la cultura debemos fomentar. Como con los libros, se transmiten cuanta más gente los pueda leer.
Y, para terminar, ¿habrá un Instituto Confucio en Uruguay?
Va a haber uno, están coordinando para abrirlo en breve.
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Entrevista de Andrés Bermúdez Liévano y Natalia Tobón Tobón publicada en el Portal China Files Fotografía del Portal China Files