Mujeres empresarias – desafíos y oportunidades de mejor

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La cancha no está pareja entre mujeres y hombres en el mundo laboral. Hay una brecha que responde a estereotipos de género, la forma en cómo está distribuido el trabajo remunerado y no remunerado, una estructura tradicional laboral, entre otros factores que repercuten en el avance de la mujer en puestos de liderazgo, así como su participación en determinadas industrias. Se trata de un fenómeno global, que tiene gran eco en los países latinoamericanos.

En el caso uruguayo, las mujeres apenas ocupan el 10% de cargos gerenciales y solo el 4% están en directivas de cámaras empresariales, según un informe preparado por Uruguay XXI.

Por fortuna, cada vez hay más conciencia sobre la necesidad de abrazar la diversidad, incluida la de género, si queremos desarrollo sostenible, desencadenar su potencial económico y responder a los retos de la Cuarta Revolución Industrial, incluida la escasez de talento. Pero ciertamente hay mucho por hacer.

En esa lucha por romper ´techos de cristal´ o ´paredes de concreto´, las mujeres también debemos superar barreras internas, que van desde el excesivo perfeccionismo, fortalecer la confianza en nosotras mismas o vencer el famoso ´síndrome del impostor´, así como dejar de descafeinar nuestros logros. También hay que contar con mentores, sponsors y redes poderosas para facilitar el camino profesional o empresarial.

En el pasado taller para mujeres empresarias y exportadoras organizado el 8 de agosto por Uruguay XXI tuve la oportunidad de revisar con una participativa audiencia el papel de las habilidades sociales en el fortalecimiento de sus estrategias de negocio.

Negociación, liderazgo e influencia estratégica y capital social y networking son algunas poderosas herramientas para potenciar el avance de las mujeres en su camino empresarial.

¿Sabes negociar?

Silencio, duda o gran seguridad experimentaron las asistentes al preguntarles sobre su desempeño como negociadoras. Algunas son hábiles en la negociación, pero otras, me incluyo, todavía podemos seguir mejorando para ser unas campeonas en ese campo de batalla.

Aquí algunas sugerencias:

1. Prepárate. La información es poder, así que a mayor preparación sobre aquello que vas a negociar, más elementos tendrás para construir una negociación más rica y por lo tanto positiva para ti y para tu contraparte.

2. Espera lo inesperado. Aunque la etapa anterior es clave, habrá ocasiones en los que tendrás que agregar nuevos elementos al ´toma y daca´ y navegar en nuevas aguas. Tu capacidad de adaptación y creatividad serán puestas a prueba.

3. Construye tu BAFTA. BAFTA, por su siglas en inglés, es un Best Alternative for a Negotiated Agreement, o en otras palabras, las alternativas que construyes ante la posibilidad de que un acuerdo en particular no resulte. Entre más alternativas de clientes o compradores tengas, por ejemplo, mejor para tu negocio pues tendrás libertad para quedarte con la mejor opción.

4. Es un proceso, no una carrera. Varias conversaciones o reuniones podrían ser necesarias hasta llegar a un acuerdo o venta exitosa. Páusate, analiza y avanza hasta la conclusión de la negociación.

5. Agrega valor. Finalmente, siempre agrega valor a tu contraparte. Identifica los distintos elementos involucrados en la negociación, ten claro cuál es tu punto de indiferencia así como dónde puedes ser creativa para ofrecer más valor a tu cliente o contraparte. Se trata de ganar-ganar y de construir relaciones de mediano y largo plazo.

Líder del siglo XXI

El liderazgo del siglo XXI, desde mi punto de vista, implica para las mujeres responder a una visión global, ser una líder resiliente, incluyente, que crezca en su empresa y como persona, que responda a la digitalización y a los retos tecnológicos y que mantenga un compromiso social.

El reto es importante porque además se requieren líderes sororas que pavimenten el camino para las demás a fin de que más rápidamente cerremos la brecha de género y no los 170 años que señala el Foro Económico Mundial.

Asimismo, es indispensable que las líderes actuales ocupen espacios en cámaras empresariales, de toma de decisiones y tengan una influencia estratégica porque la diversidad es rentable y porque desde esas posiciones pueden nivelar la cancha para más mujeres. Mónica Flores, actual presidenta de Manpower Group LATAM, es un claro ejemplo de ese trabajo acertado y de gran visión.

Capital social poderoso

¿Cuánto tiempo inviertes en fortalecer tu capital social o red de contactos, en ampliar tu impacto en tu industria y en enriquecerte de otras perspectivas?

Mayra González, CEO de Nissan México, otra mujer admirable y muy capaz, siguió el consejo de uno de sus mentores en su brillante carrera: dedicar 30 minutos diarios a enriquecer su red de contactos. El desempeño, los resultados y las habilidades sociales de Mayra la convirtieron en la primera mujer en ocupar ese cargo desde 2016.

Las mujeres somos una fuerza poderosa y vibrante de crecimiento económico, un talento dispuesto a participar en los espacios de la vida privada, pública o social. Somos diversidad y riqueza. Desencadenemos su potencial si queremos ser competitivos, coherentes y responsables hoy y en el futuro.

La experiencia de trabajar con mujeres uruguayas y conocer más sobre sus retos y perspectivas fue maravillosa. Muchas gracias por la oportunidad.

Perla Buenrostro Rodríguez

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